- Palacio Miguel de Mañara
La Casa Mañara o Casa
natal de Miguel de Mañara, se encuentra situada en el centro de lo que fue la
aljama o antigua judería de Sevilla. Esta abarcaba el sector comprendido entre
el Alcázar y las proximidades de la puerta de Carmona, es decir, los barrios o
collaciones correspondientes a las parroquias de la Santa Cruz y de San
Bartolomé, muy cerca de la cual se halla el edificio que tratamos. La judería
se abría hacia el exterior de la ciudad por la puerta de la Carne, de la cual
partía hacia el interior la calle principal, que hoy toma los nombres sucesivos
de Santa María la Blanca y San José y que separaba las collaciones mencionadas.
La morfología urbana fue transformada al desaparecer la
judería en el siglo XVI, acogiendo numerosos ejemplos de arquitectura monumental,
tanto civil como religiosa, entre las que se encontraban las casas-palacio de
Céspedes, Levíes y de los duques de Béjar, desaparecidas, y las de Altamira y
Mañara, rehabilitándose una y rehabilitada la otra, ambas como sede de la
Consejería de Cultura y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
Las intervenciones recientes, a la sombra de las que han
establecido nuevas sedes institucionales, han dado un formidable impulso de
recuperación al barrio, que se hallaba prácticamente perdido.
- Arcangel San Rafael
El arcángel San
Rafael es representado junto a un joven para recordarnos que es protector de la
infancia, además al hacer referencia al mito de Tobias, el joven lleva un pez
en su mano. Es considerado protector de los viajero y peregrinos, por eso lleva
el bastón con la calabaza propia de los peregrinos.
- San Pedro Sillería de coro
La imagen está inscrita en un registro octogonal muy
alargado rodeado por una moldura. El santo se representa de medio cuerpo, con
barba. En la mano derecha lleva las lllaves, atributo que lo identifica,
mientras que con la izquierda se recoge el manto.
Pertenecía a la sillería de coro y en la actualidad se ha
aprovechado para decorar el frontal del ambón que se ha construido nuevo.
-Justicia del retablo mayor
Figura femenina sentada en el borde de la cornisa, uno de
sus brazos se cruza delante del pecho, posiblemente llevaría algo en él, pero
hoy se ha perdido, va vestida con un rico manto estofado.
-Retablo de San Joaquín, Santa Ana y la Virgen
Retablo estructurado en banco, cuerpo y ático, destaca la
potente hornacina central con fondo de pinturas de tema floral, la ocupa el
grupo de la Sagrada Familia de la Virgen. Rodeando la hornacina un apostolado.
El cuerpo queda enmarcado por dos columnas de fuste estriado y guirnalda. El
ático lo flanquean dos volutas que enmarcan una hornacina sostenida por
columnillas con un San Antonio en su interior.
-Huerta de la torrecilla
Situado en una superficie llana que forma una ligera
elevación. Ponsich constató restos de alineamientos de muros, en la actualidad
desaparecidos. En superficie abundantes fragmentos de material cerámico,
ladrillos y tegulae. Se trata de un asentamiento rural romano del siglo I al IV
d.C.
-Fuente de Arzobispo
Las noticias del
yacimiento nos vienen de antiguo; Candau cita "una astilla de sílex
tallada al parecer". Francisco Collantes visitó el lugar en 1945,
encontrando en el talud de la carretera mencionada un cuchillo de sílex y
algunos fragmentos de cerámica eneolítica. Por las noticias de los hallazgos
encontrados y teniendo en cuenta que los dos investigadores mencionados,
pudieron ver el lugar cuando éste aún no había sufrido alteración alguna,
admitimos la presencia en este punto de un asentamiento calcolítico que
dominaría por su posición las fértiles tierras que componen la zona de la
desembocadura del Tamarguillo en la vega del Guadalquivir.
-Feria de abril
La Feria de Abril es
una de las fiestas más internacionales y populares de Sevilla. Creada en 1847
como feria ganadera, con el tiempo el aspecto festivo del acontecimiento
terminó imponiéndose a la parte comercial, hasta convertirse en una cita imprescindible
para los sevillanos. Durante una semana, las más de mil casetas instaladas en
el recinto ferial se transforman en el segundo hogar de los habitantes de esta
ciudad, un espacio donde compartir y divertirse en compañía hasta altas horas
de la madrugada.
Oficialmente la
fiesta empieza el lunes a las doce de la noche con la “prueba del alumbrao”, el
encendido de las miles de bombillas de colores del recinto ferial y la portada
principal, que alcanza casi 50 metros de altura y es diferente cada año. En el
interior ya están instaladas las casetas, el lugar donde se vive la feria.
Formadas por varios socios, son entendidas como un espacio familiar en el que
agasajar a amigos, parientes e invitados con los productos típicos de la
tierra, beber vino, cantar, mantener una buena conversación y, por supuesto,
bailar sevillanas. Este ambiente cálido y festivo se traslada también al
exterior: la gente suele bailar en la calle y el carácter abierto de los
sevillanos invita a unirse a la celebración a todo el que pasa. Conviene que
tenga en cuenta que la mayoría de las casetas son privadas y que se accede por
invitación de algún socio o conocido. Aunque también las hay públicas y de
acceso libre. En la oficina de información situada en la entrada de la feria le
indicarán cuáles son.
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